Ciertos compuestos químicos en el jengibre ayudan a tu cuerpo a protegerse de los virus y bacterias. Estos compuestos  ayudan a detener el crecimiento de bacterias como E.coli y también defender al cuerpo de virus como el virus sincitial respiratorio.

El poder antibacteriano del jengibre, en sus compuestos activos llamados gingeroles, evita que crezcan bacterias en la cavidad bucal. Estas bacterias son las que pueden causar la enfermedad periodontal, una infección grave de las encías.

El jengibre ayuda si estás tratando de aliviar malestar estomacal. Puede funcionar al disolver y eliminar el gas acumulado en los intestinos. También podría ayudar a calmar el mareo o las náuseas.

El jengibre no elimina el dolor muscular al instante, pero puede controlarlo con el tiempo. En algunos estudios, personas con dolores musculares por ejercicio que tomaron jengibre tuvieron menos dolor al día siguiente que las que no lo hicieron.

El jengibre es un antiinflamatorio, lo que significa que reduce la hinchazón. Eso puede ser especialmente útil para tratar los síntomas de la artritis reumatoide y la osteoartritis.

¿Tienes cólicos menstruales? El jengibre en polvo puede ayudar. En estudios, las mujeres que tomaron 1500 miligramos de jengibre en polvo una vez al día durante 3 días durante su ciclo, sintieron menos dolor que las mujeres que no lo hicieron.

Una dosis diaria de jengibre puede ayudar a combatir sus niveles de colesterol "malo" o LDL. En un estudio reciente, tomar 5 gramos de jengibre al día durante 3 meses redujo el colesterol LDL de las personas en un promedio de 30 puntos.

El jengibre está cargado de antioxidantes, compuestos que previenen el estrés y el daño al ADN de tu cuerpo. Pueden ayudar a combatir enfermedades crónicas como presión arterial alta, enfermedades del corazón y enfermedades de los pulmones, además de promover un envejecimiento saludable.